Sunday, February 07, 2010

EEUU lee erróneamente la política mundial de Brasil

Immanuel Wallerstein
La Jornada




Cuando alrededor de 1970 Estados Unidos se percató por vez primera de que su dominación hegemónica era amenazada por la creciente fuerza económica (y por ende geopolítica) de Europa occidental y Japón, cambió su postura, buscando evitar que asumieran una posición demasiado independiente en los asuntos mundiales.
Estados Unidos dijo, en efecto, aunque no con palabras: hasta ahora los hemos tratado como satélites, les hemos requerido que nos sigan sin cuestionamiento alguno en la escena mundial. Pero ahora son ustedes más fuertes. Así que los invitamos a ser socios, socios menores, que tomarán parte con nosotros en la toma de decisiones colectiva, siempre y cuando no se alejen demasiado por cuenta propia. Esta nueva política estadunidense se institucionalizó de múltiples maneras –notablemente con la creación del G-7, el establecimiento de la Comisión Trilateral y la invención del Foro Mundial Económico de Davos como espacio de encuentro de la "amigable" elite mundial.

El objetivo principal de Estados Unidos era desacelerar la decadencia de su poder geopolítico. La nueva política funcionó tal vez durante 20 años. Finalmente la deshicieron dos eventos sucesivos. El primero fue la desintegración de la Unión Soviética en 1989-1991, que desmanteló el argumento principal que Estados Unidos había usado con sus "socios", de que no debían ser demasiado "independientes" en el escenario mundial. Y el segundo evento fue el militarismo macho unilateral y autoderrotado del régimen de Bush. En vez de restaurar la hegemonía estadunidense, resultó en el devastador fracaso de Estados Unidos en 2003, cuando no pudo conseguir el respaldo del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas para su invasión de Iraq. Las neoconservadoras políticas de Bush fueron un absoluto tiro por la culata y convirtieron el lento declinar del poder geopolítico estadunidense en una precipitada caída. Hoy, casi todos reconocen que Estados Unidos ya no tiene la influencia que alguna vez tuvo.

Uno pensaría que Estados Unidos podría haber aprendido algunas lecciones de los errores del régimen de Bush. Pero parece que hoy está intentando repetir el mismo escenario con Brasil. No pasarán 20 años para que este intento se desmadeje.

La principal jugada geopolítica que Obama ha emprendido es convertir la reunión del G-8 en una reunión de un G-20. El grupo crucial que fue añadido a la reunión son los llamados países del BRIC, que otros han llamado los países "emergentes". BRIC son las siglas de Brasil, Rusia (ya incluida en el G-8), India y China.

Lo que Estados Unidos le está ofreciendo a Brasil es "asociarse". Esto está muy claro en un informe reciente de un Grupo de Trabajo del Consejo de Relaciones Exteriores titulado US-Latin America Relations: A New Direction for a New Reality ["Las relaciones Estados Unidos-América Latina: una nueva dirección para una nueva realidad"]. El Consejo de Relaciones Exteriores es la voz del establishment centrista, y este informe probablemente refleja el pensamiento de la Casa Blanca.

Hay dos frases cruciales en este informe en lo que respecta a Brasil. La primera dice: "el Grupo de Trabajo considera que profundizar las relaciones estratégicas con Brasil y México y reformular los esfuerzos diplomáticos con Venezuela y Cuba, no sólo establecerán una mayor interacción fructífera con estos países, sino que también transformará positivamente las relaciones Estados Unidos-América Latina".

Y la segunda frase del documento aborda directamente a Brasil: "El Grupo de Trabajo recomienda que Estados Unidos construya su colaboración existente con Brasil en lo que respecta al etanol para desarrollar una sociedad más consistente, coordinada y amplia que incorpore un amplio rango de asuntos bilaterales, regionales y globales".

Este informe se publicó en 2009. En diciembre, el Centro de Relaciones Exteriores organizó con la Fundación Getulio Vargas un seminario sobre el "Brasil emergente". Por coincidencia, el seminario se realizó justo en un momento en que ocurrían la crisis política hondureña y la visita del presidente Mahmud Ahmadineyad a Brasil. Los participantes estadunidenses en el seminario no hablaban el mismo lenguaje que los brasileños.

Los estadunidenses consideraban que Brasil debería actuar como una potencia regional, es decir, como un poder subimperial. Los participantes estadunidenses no podían entender la desaprobación de Brasil hacia los nexos militares y económicos de Colombia con Estados Unidos. Pensaban también que Brasil debería asumir algunas responsabilidades en el mantenimiento del "orden mundial", lo que significaba unirse a Estados Unidos en su presión sobre las políticas nucleares de Irán, mientras los brasileños sentían que la posición estadunidense respecto de Irán era "hipócrita". Finalmente, aunque los participantes de Estados Unidos miraban la Venezuela de Chávez como "lejos de ser democrática", los brasileños hacían eco de la caracterización de Venezuela que hace el presidente Lula al decir que sufre de "un exceso de democracia".

En enero de 2010, Susan Purcell, una analista estadunidense conservadora, publicó en el Miami Herald una crítica a la política de su país respecto de Brasil, y le llamó "pensamiento ilusorio". Bien puede tener razón. Desde su punto de vista, "Washington necesita repensar sus suposiciones acerca del grado en que puede depender de Brasil para lidiar con problemas políticos y de seguridad en América Latina en modos que sean compatibles con los intereses estadunidenses".

También en enero, Valter Pomar, secretario de Relaciones Internacionales del Partido de los Trabajadores, el partido de Lula, dijo que la intención estadunidense de constituir un G-20 era "una tentativa de absorber y controlar los polos alternativos del poder… una tentativa de mantener la multipolaridad bajo control". Él insistió en que, ante el conflicto entre respaldar los intereses capitalistas en el mundo como poder subimperial y respaldar "los intereses democrático-populares", Brasil terminaría asumiendo esta segunda postura.

Dada la mayor fuerza de Europa occidental y Japón a principios de los años 70, Estados Unidos les ofreció promoverlos al estatus de socios menores. Francia y Alemania optaron por proseguir más todavía hacia un papel independiente en el mundo en 2003. Y Japón, en sus elecciones nacionales de 2009 y su elección de alcaldes en Okinawa en 2010, parece optar por lo mismo ahora.

Dado su incremento en fuerza, a Brasil le ofrecieron ser socio menor apenas en 2009. Parece que insistirá en un papel independiente en el mundo, casi de inmediato.

Traducción: Ramón Vera Herrera

Fuente:http://www.jornada.unam.mx/2010/02/06/index.php?section=opinion&article=016a1mun

Tuesday, December 08, 2009

Pseudo Periodismo / Carlos Valverde Bravo, ex jefe de inteligencia de Bolivia

por ana luisa condarco - periodista, la Paz - Bolivia
¿Qué podemos hacer, entonces, cuando personas como Valverde cometen excesos?...
http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2007040405

El Movimiento al Socialismo a la opinión pública:
Los excesos de PAT y Valverde
Los grupos de poder económico-mediático (políticamente disminuidos) recomenzaron sus intermitentes actos de agresión mediática a la sociedad y ahora pretenden confundir a la clase media boliviana. Lo prueba la acción de algunas redes televisivas que actúan amparadas en vacíos legales heredados de los tristemente célebres Acuerdo Patriótico ó la Megacoalición y con un persistente libertinaje empresarial y extralimitaciones funcionales varias.
Actitudes típicas de este accionar son las de algunos comunicadores o analistas de moda quienes amparados en su sucesiva frustración partidaria se dedican a ridiculizar acciones gubernamentales como la firma de los nuevos contratos petroleros que ahora son conocidos por la ciudadanía boliviana y sus representantes, los parlamentarios.
Lo que no dicen estas redes y sus analistas es que los anteriores contratos en el sector hidrocarburos y otros, eran manejados en secreto por gobernantes del MNR, MIR, UCS, NFR o grupículos similares. En todo caso, está fuera de discusión el beneficio que traen dichos contratos, especialmente para regiones como Tarija, Santa Cruz y Chuquisaca.
Carlos Valverde Bravo, prominente y hereditario militante de la extinta Falange Socialista Boliviana (FSB), partido que entre otras cosas apoyó con fe al dictador Hugo Bánzer Suárez, y luego, al convertirse al también extinto Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), ejerció como jefe de la regional Santa Cruz del tenebroso sistema de inteligencia policial, es ahora un pretendido analista televisivo de moda y real operador del terror cívico-mediático radicado especialmente en el centro de la ciudad de Santa Cruz.
Uno de los medios de este sistema del terror es PAT, red televisiva inaccesible para los movimientos sociales, y cuyo fundador, mentor y principal accionista fue Carlos Mesa, ex Vicepresidente y ex Presidente, en nombre del MNR. Es indiscutible la carencia de autoridad moral y analítica de personajes como el sujeto aludido.
Es evidente que el gobierno, por primera vez a cargo de los movimientos sociales, incurrió en varias faltas, especialmente de forma, en algunos actos gubernativos. También es cierto que algunos militantes del MAS cometieron delitos en el caso de la venta de avales, pero nadie puede negar que estas torpezas son enmendadas y públicamente, con sanciones incluidas, algo que no hicieron Bánzer, ADN, MNR o el MIR.
Lo prueba el caso del avión presidencial Beechcraft en el que se utiliza a un chivo expiatorio, cuando en él están involucrados prominentes potentados políticos y ex adenistas como Carlos Iturralde, Manfredo Kempf, Edgar Millares, Mauro Bertero, o miristas como Guillermo Cuentas, bautizados como "conciencias calladas y cobardes". Ó el edecán del entonces ministro de defensa Fernando Kieffer, hoy actual ministro del régimen: Ramón Quintana.

http://www.bolpress.com/art.php?Cod=2007040305

El pendejo Valverde
Grover Cardozo
¡Pescotis! se le podría decir a Carlos Valverde, después de escuchar la penosa defensa que hizo de él, su amigo Mario Espinoza en el programa "Cuarto Poder" el pasado domingo.
¡Pescotis! a quien presume de ser un periodista serio y equilibrado y que en el caso de los Rugrats, se hizo pescar una indecencia periodística por insinuar, sin ningún derecho y tampoco pruebas, relajos o placeres en el viaje a la isla caribeña.(¡se fueron de putas!)

El caso del "pelón Valverde" es de antología, porque de haber sido jefe de inteligencia del gobierno de Jaime Paz Zamora, ahora está intentando erigirse en la conciencia crítica de algún sector. Como si Luis Arce Gomez, quisiese candidatear para Defensor del Pueblo.

Pero claro, Carlitos con el acendrado espíritu mirista que lleva dentro, cree posible cambiar, transformarse o finalmente convertirse hacia la democracia, pero Foucault está contra él porque dice que "la identidad es una trayectoria".

De todos modos no deja de ser un pendejo y desde su curul electrónico en Santa Cruz, rodeado por sectores políticos duros, y financiado por empresarios que generosamente le dan publicidad, despotrica con todo para el gobierno, y claro su pendejez consiste en tratar de hacer pasar de contrabando un discurso aparentemente equilibrado, cuando en realidad tiene una estrategia perversa que, apuntada al largo plazo, ya se puede presumir en que desembocará.

"El gobierno hace algunas buenas cosas, pero a la par hace malas", dice dando a entender que la gente no se percata de un hecho tan elemental que es propio de toda gestión de gobierno. Claro, esa supuesta ecuanimidad se traduce en bondad, en los temas chicos del gobierno y maldad y despiadada dureza en los temas grandes.

También hay que reconocer que sabe explicar y argumentar, aunque a ratos más es el ímpetu con el que habla, que el valor mismo de lo que dice. Lo que dice, lo dice con tanta vehemencia que hasta parece cierto.

Cuando le sale su ¡puta mierda! y ¡carajo! en Do Mayor, me recuerda a una tía, bastante atrevida que llegaba a la casa y, con una pose de generala sermonera, pretendía estropearnos.

Valverde es un pendejo, pero se equivoca al pensar que el coeficiente de la gente está un 30 o 40 % menos de lo real. El hecho de estar tan encuevado en Santa Cruz, le impide una mirada más de conjunto.


http://www.la-epoca.com/verporseccion.php?CIDSUPLEMENTO=2&CIDARTICULO=92

Con letra grande y sin memoria chica
Oscar García Duarte

En cierta ocasión escuché a Carlos Valverde manifestar su intención de dejar la televisión porque consideraba que esta actividad tenía como factor inherente una excesiva exposición de su figura mediática.
Y tenía toda la razón, porque es innegable que Valverde se encuentra expuesto en la actualidad a sufrir un proceso de desgaste, tanto personal como mediático, que produce un efecto de paulatina crítica de varios periodistas, concluyendo con la réplica de Valverde bajo las características lingüísticas acostumbradas, manteniéndose un temor latente a criticarle porque en respuesta se reciben insultos, agravios y adjetivos calificativos de toda índole.
Más allá de todo este panorama que ya empieza a aburrir a la población, diremos que también su programa televisivo y PAT se someten al mismo proceso de hastío, pues cotidianamente observamos a un Valverde que haciendo gala de sus actitudes eminentemente histriónicas, gritos innecesarios, aspavientos con las manos y de su particular y exquisito vocabulario, mantiene un monólogo cansino con Eddy Luis Franco, quien se limita a asentir con la cabeza las opiniones de Valverde y restringiéndose a legitimar los juicios y prejuicios del "pensador de programa".
Esta labor periodística "novedosa" de aquel canal, que en su momento se ufanaba de hacer "televisión como la gente", concluye con la permanente actitud pasiva de Franco que indudablemente tiene la tendencia a subestimar su propia capacidad crítica e intelectual, reduciéndolo a convertirse simplemente en un "alter ego"de Valverde.
Ante cualquier tipo de crítica, Valverde reacciona perdiendo el control de sí mismo y expresando inmediatamente su característica vehemencia contra todas las personas que no piensan igual que él, su mecanismo de defensa favorito es que se le critica por el sólo hecho de ser "camba", pero Valverde se equivoca, no es por camba que se le critica, sino exclusivamente por la obsesión sistemática de hablar necedades subjetivas, extralimitándose en sus apreciaciones ególatras que terminan siempre en un periplo donde él tiene la razón y el otro no, y esto provoca que el programa y la imagen de Valverde no sólo se desgasten de manera acelerada, sino que en lugar de madurar y consolidarse como "líder de opinión" a nivel nacional, tan sólo consiga un envejecimiento prematuro.

Jefe de Inteligencia

Pero Valverde se expone más aún, a partir de su soberbia sin límites y en medio de un país acostumbrado a tener una memoria corta o muy chica, nos obliga y nos presiona para retrotraernos en el tiempo, hacia el gobierno de Jaime Paz Zamora, uno de los más nefastos y corruptos que existieron en democracia, cuando el estratega del MIR, Oscar Eid Franco, se vio involucrado en los "narcovínculos" y posteriormente fue condenado a cuatro años de prisión.
En ese gobierno el Ministerio del Interior estaba a cargo de Guillermo Capobianco (al que despojaron de visa a Estados Unidos por los mismos motivos que a Paz Zamora, Susana Seleme y Oscar Eid), seguido por el subsecretario de Justicia Roger Pando (componente de la "Banda de los cuatro") y como subsecretario de Migración a José Luis Paredes (involucrado en el caso de los pasaportes chinos).
En medio de toda esta estructura mirista compuesta por diáconos del sacerdocio de la corrupción, Carlos Valverde, el actual "líder de opinión", se desempeñaba como Jefe de Inteligencia del Ministerio del Interior.
Antes de continuar, debo manifestar mi total desacuerdo con cualquier tipo de lucha política basada en la violencia, la guerrilla, el terrorismo o el secuestro, porque estoy convencido que ninguna de ellas son el camino exitoso a la revolución, la historia boliviana del siglo XX así lo demuestra fehacientemente.

Secuestro de Lonsdale

Pero volviendo al tema, el 11 de junio de 1990, el empresario Jorge Lonsdale fue secuestrado y cuatro meses después se anunciaba que el autor de este hecho era el grupo insurgente Comisión Néstor Paz Zamora (CNPZ), que exigía dos millones y medio de dólares a cambio de la liberación de Lonsdale.
Y aquí entran en escena acontecimientos políticos tétricos, donde los actores se desenvuelven en la bruma de la historia, dejando tan sólo rastros sórdidos de su accionar, hasta ahora protegidos por una impunidad inexplicable y donde Carlos Valverde desempeñaría un rol preponderante como Jefe de Inteligencia del Ministerio del Interior.
En todo el proceso de captura de la CNPZ se puso en funcionamiento el aparato represivo del Estado a cargo del Ministerio del Interior y de su Departamento de Inteligencia al frente de Carlos Valverde.
El equipo de la Policía Nacional estaba conformado por su comandante, el Gral. Felipe Carvajal (posteriormente destituido en medio de un gran escándalo de corrupción), quien tenía bajo su mando como Jefe de Inteligencial al Cnl. Germán Linares (involucrado en el asesinato del esposo de Loyola Guzmán y en el secuestro de Hernán Siles Zuazo durante la UDP).
Apoyando esta tarea se encontraba un selecto grupo de asesores extranjeros, norteamericanos, franceses y españoles, dentro de este último se destacaba Rafael Maza, miembro de la GAL (grupo terrorista de extrema derecha) acusado del asesinato del dirigente Santiago Brouard en 1984, cuando era diputado del partido político vasco Herri Batasuna, por entonces ya legal en España.
Previo al exterminio del grupo CNPZ, se realiza una serie de capturas de sus miembros, los cuales fueron sometidos a una variedad de torturas que iban desde la "picana eléctrica" (electricidad en los testículos) hasta el "submarino" (inmersión de la cabeza en agua helada hasta casi perder el conocimiento) finalizando en los golpes que provocaban el desmayo, hechos que fueron posteriormente denunciados públicamente por la APDHB, mediante Rolando Villena y Waldo Albarracín.
El 5 de diciembre de 1990, a las 6:45 am, los organismo de seguridad del Estado irrumpieron violentamente en el domicilio de la calle Abdón Saavedra N° 2035 B, donde se encontraban los miembros de la CNPZ y Jorge Lonsdale, éste fallece en una situación por demás confusa y contradictoria, mientras que el grupo insurgente sufre tres bajas: su líder Miguel Nothdurfter, seguido por Luis Caballero Inclán y Oswaldo Espinoza.
El operativo se realizó dentro de un evidente exceso en el uso de la violencia, pues varios testigos oculares relataron a todos los medios de comunicación que los tres miembros de la CNPZ fueron capturados, maniatados y conducidos hacia un tejado vecino, donde se los ametralló a mansalva cuando ya se habían rendido ante sus captores.
Este acontecimiento fue filmado íntegramente por el canal RTP y el video decomisado violentamente por orden del Departamento de Inteligencia del Ministerio del Interior. El ahora "periodista", que defiende a ultranza la libertad de prensa, conculcó flagrantemente la misma en 1990. El entonces ministro del Interior, Guillermo Capobianco, justificó este hecho debido a "normas de seguridad del Estado", evitando el conocimiento público de un registro audiovisual que mostraba claramente un asesinato a sangre fría.
Pero la historia siniestra continúa, posteriormente a la desarticulación de la CNPZ se encontró un cadáver en las inmediaciones de la avenida del Poeta, con innegables signos de haber sido torturado salvajemente.
Se trataba de otro miembro de la CNPZ, Alejandro Escóbar Gutiérrez, quien habría delatado la ubicación donde se encontraba el grupo insurgente. Los medios de comunicación (Ultima Hora) indicaban que fuentes policiales consultadas atribuían la autoría de las torturas y asesinato de Escóbar a un coronel de Policía cuyo nombre no podían revelar por temor a las represalias.
Cabe entonces preguntar a Valverde ¿quién fue el coronel que torturó personalmente a Alejandro Escóbar con golpes de cachiporra, quemaduras de cigarrillo, se dedicó minuciosamente a perforarlo en vida con un taladro eléctrico y finalmente lo asesinó con tres disparos? Lo más probable es que esta pregunta jamás encuentra una respuesta, como no hubo respuestas a los innumerables cuestionamientos y peticiones de informe que desde diciembre de 1990 y todo el año 1991 solicitaron ante la Cámara de Diputados la APDHB, mediante Waldo Albarracín, con el apoyo de los congresistas Rafael Puente, Gonzalo Ruiz, Filemón Escóbar y Gregorio Lanza, éste último ofreciéndose como intermediario para evitar la masacre de la calle Abdón Saavedra, recibiendo una negativa del Ministerio del Interior.
Ahora bien, Valverde puede argumentar que no estaba directamente involucrado en toda la acción represiva de ese entonces, que su labor se restringía solamente a un asesoramiento "técnico" en los niveles de inteligencia del Estado, etc., argumentos totalmente irrisorios, pues el cargo que desempeñaba era absolutamente estratégico en la planificación y ejecución de las acciones a seguir, y la hipótesis de haber trabajado tímidamente en las sombras y que no estaba comprometido directamente con las decisiones tomadas o que ignoraba los actos de tortura, implica directamente subestimar la inteligencia de los ciudadanos, una fuga de la realidad, una reticencia para asumir su responsabilidad política en los acontecimientos del caso CNPZ y una deslealtad frente a sus propios compañeros del MIR que lo cobijaron en su momento. Si Valverde no estaba de acuerdo con toda esa barbarie ¿por qué no renunció oportunamente y de manera pública?
A la luz de los acontecimientos mencionados, Valverde puede decidir por lo más inteligente y prudente que es guardar silencio o por lo más torpe y pueril, atacarme con los ya conocidos adjetivos calificativos.
Estoy seguro que optará por lo último, debido a su ego y soberbia que exceden su racionalidad y por su psicología eminentemente represiva y por su violencia política contenida, se verá impulsado y condicionado indefectiblemente a obrar de esa manera.
Finalmente, me tiene sin cuidado que me insulte o me acuse de ser un desconocido, como acostumbra a descalificar a personas que lo cuestionan.
Si para ser conocido es necesario ser Jefe de Inteligencia de un gobierno corrupto, cleptocrático, con reos por narcotráfico, con asesinos y torturadores sicópatas y violar sistemáticamente los derechos humanos y después olvidarme de todo ello para tratar de convertirme vanamente en "líder de opinión", denigrando a todos los que piensan diferente, entonces prefiero definitivamente ser un desconocido. Porque sencillamente considero que lo preponderante no es que me conozcan, sino que lo más importante es que la población conozca a los periodistas impostores y a los represores olvidadizos en su real dimensión, más aun cuando el principal de ellos llega a ser –como dijo muy bien Raúl Peñaranda– tan sólo un "animador" de televisión.
Quiero aclarar que el único motivo que me impulsa a escribir esta líneas es que, al igual que mi persona, mucha gente ya no puede permitir que personajes que no se caracterizan necesariamente por su transparencia política, hagan gala de una soberbia sistemática descalificando impunemente a ciudadanos que no tienen la posibilidad de expresarse mediáticamente y, fundamentalmente, porque aún habemos bolivianos con memoria. Por tanto, a raíz de los acontecimientos de diciembre de 1990 y antes de continuar con su tarea de inquisidor de pantalla y vociferar e insultar a todos, Valverde debería aclarar su participación real en esos pasajes oscuros de un episodio político que todos quisiéramos olvidar pero que lamentablemente se encuentra grabado indeleblemente en la historia de Bolivia.

http://www.lostiempos.com/noticias/06-04-07/06_04_07_pv2.php
Carlos Valverde y las putas
Por: JUAN JOSÉ TORO MONTOYA


Algo muy grave debió hacer (o decir) Carlos Valverde. Parece que la cosa fue tan grave que la radio Fides Potosí intentó entrevistarme sobre el tema y yo tuve que excusarme porque no tenía la más "puta" idea de lo que había pasado.

Ya después leí algunos artículos de opinión sobre el asunto y reforcé mi percepción inicial: Algo muy grave debió hacer el Carlitos para que tanta tinta haya corrido por su causa.

La verdad es que hasta ahora no sé qué "putas" pasó con Valverde. Cuando él aparece en televisión yo apenas lo veo de soslayo, a pasar por la redacción del periódico, porque es justo la hora en la que estoy "puteando" por lo que encuentro en las páginas sin editar de "El Potosí".

Sin embargo, la lectura del artículo titulado "La obsesión de Carlos Valverde", de Raúl Peñaranda, me dio algunas luces sobre el "puto" asunto. Al parecer, Carlitos "puteó" más de la cuenta en su programa televisivo sobre el viaje de unos técnicos de YPFB a Cuba y "emputó" a mucha gente. "Se fueron de putas", habría dicho el conductor de televisión y así provocó una polémica que vuelve a poner en tela de juicio el papel de los medios.

Raúl Peñaranda dice, y con sobrada razón, que "un elemento básico de los manuales de ética de quienes tienen acceso a los medios es no referirse a la vida privada de las personas" y, por tanto, Valverde habría cometido "una falta ética grave".

Yo conocí a Carlos Valverde en un viaje que un grupo de periodistas bolivianos realizamos a Santiago de Chile en diciembre del año pasado. El tiempo que compartí con él fue insuficiente para considerarlo mi amigo pero sí me sirve para decir que me cayó simpático. Aunque lenguaraz en extremo (lo de usar insistentemente la palabra "putas" es una prueba de ello), el tipo tiene carisma y sabe hacer agradable una conversación. No obstante, aunque él y yo fuéramos hermanos, probablemente mi percepción sobre el caso del viajecito a Cuba hubiese sido el mismo que el de Raúl Peñaranda si es que hubiera visto el programa.

El detalle es que los excesos de Valverde no son nada nuevo en el periodismo boliviano. La verdad es que, de un tiempo a esta parte, los medios de comunicación se han convertido en armas eficaces en la eterna guerra por el poder y, vistas las cosas de ese modo, habría que concederle parte de razón al presidente Evo Morales cuando se queja de ellos.

Pero el problema no está en las personas propietarios, periodistas y/o "alquiladores de espacios" que acceden a los medios sino en las organizaciones que están llamadas a normar el trabajo de la prensa en el plano profesional, gremial o sindical.

En el país existen la Asociación Nacional de Periodistas y la Confederación Sindical de Trabajadores de la Prensa de Bolivia con sus respectivas filiales y en algunas ciudades incluso han surgido colegios de comunicadores. Más allá de la defensa de sus afiliados, estas organizaciones están llamadas a velar por la idoneidad del trabajo periodístico y, en caso necesario, hacen funcionar sus tribunales disciplinarios.

Lamentablemente, el mecanismo del Tribunal de Honor se ha convertido en un saludo a la bandera ya que cada vez son más los casos de periodistas que se someten a ellos, son hallados culpables, sancionados e incluso expulsados pero siguen trabajando en la prensa como si nada, sin que ser humano en el mundo pueda evitarlo.

¿Qué podemos hacer, entonces, cuando personas como Valverde cometen excesos?... Tenemos dos alternativas: o nos amarramos los pantalones y aplicamos efectivamente los códigos de ética o nos vamos todos de putas y permitimos que la prensa se vaya de una vez al carajo.

Saturday, September 12, 2009

La nueva dependencia de las transnacionales, Chile y Brasil

Eduardo Paz Rada
Patria Grande
La dinámica internacional de los hidrocarburos, en la que actúan los intereses de las transnacionales, las empresas estatales del sector, los gobiernos de los países más y menos poderosos, los grandes bancos y las bolsas de valores, está dejando al gobierno boliviano y a YPFB en una situación de inercia e incapacidad para desarrollar iniciativas que impliquen una presencia al menos tangencial, y en manos de intereses ajenos a los de la nación boliviana, con graves consecuencias económicas y políticas a mediano y largo plazo. Además, a nivel interno, las condiciones no son de las mejores puesto que los proyectos de avanzar en la construcción de gasoductos, industrialización, masificación del consumo de gas y otros complementarios son prácticamente inexistentes. Esto se debe a la inexistencia de una política y una estrategia endógena sobre el manejo de los recursos naturales y en especial el gas y el petróleo, lo cual tendrá efectos directos sobre la política social, bonos especialmente, la inversión y los recursos destinados al Gobierno Central, las Prefecturas, Alcaldías y Universidades. Las señales más evidentes de estas afirmaciones están en la reunión de la denominada Cámara Boliviana de Hidrocarburos (CBH), la visita del Presidente de Brasil Luis Lula Da Silva, los anuncios de venta de gas a Chile, la corrupción en YPFB, la dotación de petróleo y derivados en el mercado interno y las pugnas regionales y locales por controlar las fuentes de recursos naturales. La presencia subalterna del Ministro de Hidrocarburos, Oscar Coca, y del Presidente de YPFB, Carlos Villegas, en la reunión de la CBH, realizada en Santa Cruz, en agosto pasado, simboliza la situación. Los funcionarios estatales anunciaron concesiones a las petroleras, especialmente a Petrobrás, mientras los empresarios del sector demandaron mayores ventajas y anunciaron su beneplácito con las decisiones de gobierno. Esta situación se complementa negativamente para el país cuando oficialmente se anuncia que Bolivia debe importar 11.000 barriles diarios de petróleo para cubrir el mercado interno y se reconoce que existe déficit de 50 por ciento en diesel y 25 por ciento en petróleo. Por otro lado, el gobierno, a través de los nuevos contratos con las petroleras prácticamente ha dado por perdidos montos superiores a los 300 millones de dólares y otros emergentes de las auditorias, negociados, contrabando y falsas declaraciones de las transnacionales Petrobrás de Brasil, Repsol de España, Total de Francia, Shell de Holanda, Enron de Estados Unidos y BG de Inglaterra. Además, los mil millones de dólares que han sido asignados a las inversiones de una YPFB corporativa, en la perspectiva de potenciarla, después de la corrupción descubierta a su Presidente Santos Ramirez y de los retrocesos actuales, están siendo apetecidos por las empresas petroleras privadas ante la inexistencia de acciones y proyectos de la empresa estatal, situación que se advierte de los resultados de la reunión de la CBH. La presencia de Lula Da Silva en Bolivia, quien estuvo en un acto masivo en el Chapare preparado por el Presidente Evo Morales Ayma, significó un nuevo avance brasileño en su control geopolítico y de su política energética regional al haber conseguido el compromiso de reducir la compra de gas sin pagar la obligación establecida en el contrato. El propio Presidente de YPFB anunció que el compromiso de compra de gas por parte de Petrobrás se reducirá de 30 a 24 MMC. En ese marco, exportación de materias primas sin ningún sentido estratégico, el Ing. José Luis Gutierrez, alto funcionario de YPFB anunció que Chile podría comprar gas boliviano aprovechando que pagaría precios más elevados de los que actualmente cancelan Brasil y Argentina. Tal determinación se inscribe en la política de Relaciones Exteriores de acercamiento con Chile, sin embargo esta situación entra en contradicción con la consigna de no a la venta de gas a Chile que provocó la expulsión de Gonzalo Sanchez de Lozada de la Presidencia de la República en octubre de 2003, a través de una rebelión popular. Este panorama se nubla aún más cuando se avanza en la implementación de las autonomías regionales, departamentales e indígenas con derechos económicos y políticos y jurisdiccionales sobre los recursos naturales que abrirá la opción de manejo y negociaciones para la explotación de tierra, agua, minerales e hidrocarburos de manera privativa. A esto se agrega las pugnas y enfrentamientos que ya se están produciendo entre sectores sociales de varias regiones del país, La Paz, Oruro, Tarija y Potosí, por el control de estos recursos. El haber abandonado el Decreto de Nacionalización de los Hidrocarburos del primero de mayo de 2006, el ocultamiento de los resultados de las auditorias a las transnacionales, los nuevos contratos petroleros favorables a las empresas privadas, la ingerencia brasileña y chilena en la economía y la política boliviana y la incertidumbre en torno a los alcances de las autonomías, abren la gran interrogante acerca del futuro del proyecto nacional y popular de liberación nacional soñado por el pueblo boliviano.

Tuesday, December 23, 2008

Bernard Madoff, el estafador de Wall Street, da un poderoso golpe de mano a favor de la justicia social

James Petras
Rebelión
Traducido por Manuel Talens
“Nunca creímos que nos haría esto, era uno de los nuestros”.Un miembro del Palm Beach Country Club
Una introducción a la superestafa
Bernard “Bernie” Madoff, corredor de bolsa de Wall Street, antiguo presidente del NASDAQ y venerado inversionista, ha confesado su autoría en el mayor fraude de la historia, un chanchullo de 50 mil millones de dólares. Bernie era conocido por su generosa filantropía, especialmente a favor de las causas sionistas, judías e israelíes. Este personaje, que durante los años sesenta había sido socorrista playero, inició su andadura en las finanzas reuniendo ahorros de colegas, amigos y familiares en el entorno de los judíos más ricos de los suburbios de Long Island, Palm Beach, Florida y Manhattan, bajo la promesa de un rendimiento moderado, continuo y seguro de entre el 10 % y el 12 %. Madoff cubría cualquier posible retirada de fondos según el denominado “método de Ponzi” o estafa piramidal, es decir, echando mano del dinero de nuevos inversores, quienes literalmente le suplicaban que los desplumase. Llegó a gestionar en persona un mínimo de 17 mil millones de dólares. Durante casi cuatro décadas se creó una clientela que incluía a algunos de los bancos y compañías inversoras más importantes de Escocia, España, Inglaterra y Francia, así como los principales fondos de inversión libre de Usamérica. Se hizo con casi todos los fondos de activos netos de prósperos clientes privados, que obtenía a través de corredores de bolsa pagados a comisión. Su clientela incluía a muchos multimillonarios de Suiza, Israel y otros países, así como los fondos de activos netos más importantes de Usamérica (RMF Division of the Man Group and the Tremont). Muchos de los riquísimos estafados habían prácticamente "forzado" a Madoff a tomar su dinero, ya que éste imponía rigurosas condiciones a los clientes potenciales: insistía en que viniesen recomendados por miembros de su clientela, que depositasen cantidades sustanciales y que le garantizasen su solvencia. La mayoría se consideraban afortunados cuando sus fondos pasaban a las arcas del respetado… estafador de Wall Street. El mensaje de Madoff era siempre el mismo: su fondo de inversión estaba cerrado... pero como venían recomendados por gente del mismo entorno (miembros del consejo de administración de organizaciones benéficas judías, recaudadores de fondos para Israel, country clubs de alta clase, etc.) o eran amigos de un amigo, de un colega o un cliente, aceptaría el dinero.
Madoff estableció consejos consultivos con miembros distinguidos, contribuyó enormemente a museos, hospitales y selectas organizaciones culturales. Era un miembro prominente de exclusivos country clubs de Palm Beach y Long Island. Su reputación se vio realzada por los resultados de sus fondos, que jamás declararon pérdida alguna, lo cual es un argumento fundamental para atraer a inversionistas millonarios. Compartía con su acaudalada clientela de judíos y gentiles un estilo de vida aristocrático, con una mezcla de filantropía cultural y discreta especulación financiera. “Engatusaba” a sus colegas con una suave pero autoritaria apariencia de “maestría”, recubierta de un barniz de colegialidad entre ricachones, de una profunda implicación con el sionismo y de amistades de toda la vida.
El megafondo de Bernie compartía muchas características con los recientes chanchullos financieros: un rendimiento elevado y constante, inigualado por cualquier otro corredor de bolsa; ausencia de supervisión por parte de terceros; una compañía de contabilidad en la sombra físicamente incapaz de auditar sus multimillonarias operaciones financieras; un control personal de las operaciones de correduría de bolsa comerciante y una confusión absoluta en lo relativo a sus inversiones. Los ricos y famosos, los inversionistas más sofisticados, los consultantes de elevado salario, los máster en administración financiera de Harvard y todo el ejército de reguladores de la US Security and Exchange Commission (SEC) pasaban por alto las similitudes de Madoff con otros defraudadores, y ello porque estaban totalmente implicados en la cultura corrupta del “agarra el dinero y vete pitando” y del “si sacas tajada no hagas preguntas”. La reputación de suprema sabiduría que aureola a un supuestamente próspero judío de Wall Street alimentó el autoengaño y los estereotipos de gentiles multimillonarios.

La gran estafa
El fondo de inversión de Madoff sólo operaba con una clientela limitada de multimillonarios que mantenían en él su dinero a largo plazo; las ocasionales retiradas de fondos eran de poco monto y fácilmente cubiertas por medio de peticiones de más inversión a nuevos inversionistas deseosos de acceder al fondo de Madoff. Los grandes inversionistas a largo plazo mantenían sus capitales para dejarlos en herencia a sus herederos o para su jubilación. Los ricos abogados, dentistas, cirujanos, profesores distinguidos de las mejores universidades y otros que en algún momento hubiesen necesitado retirar algo de sus fondos para una boda ocasional de altos vuelos o para la ceremonia de madurez adolescente judía (bar mitzvah) de alguno de sus hijos con invitados famosos podían hacerlo, porque Madoff no tenía problemas a la hora de recaudar más fondos entre los ricos propietarios de fábricas de confección de ropa, cuyos asalariados cobran jornales de miseria, de peligrosos empacadores de carne y de siniestros señores barriobajeros. Madoff no era ningún Robin Hood, sus contribuciones a organizaciones filantrópicas y benéficas le facilitaban el acceso a los ricachones que formaban parte de los consejos de administración de las instituciones receptoras y probaban que él era “uno de ellos”, una especie de compañero íntimo de la misma clase elitista. La sorpresa, el pavor y los ataques cardíacos que han seguido a la confesión de Madoff de que su negocio era una estafa piramidal han provocado tanta rabia por el dinero perdido y el descalabro de la clase pudiente como por la vergüenza de saber que los mayores y más perspicaces estafadores mundiales de Wall Street habían sido estafados por uno de los suyos. No solamente han sufrido grandes pérdidas, sino que la imagen que tenían de sí mismos como ricos que lo eran por su inteligencia y su “linaje superior” ha quedado totalmente destrozada: de pronto se han visto abocados al mismo destino de los pendejos a quienes ellos estafaron, explotaron y desposeyeron en su ascensión a la cima. No hay nada peor para el ego que un respetable estafador sea estafado por otro estafador todavía mayor. Por eso, muchos de los que más han perdido se niegan a dar sus nombres o a poner cifras a las cantidades evaporadas y tratan de recuperarlas con la ayuda de sus abogados.

El lado positivo de la megaestafa de Madoff (la mano involuntaria de la justicia)
Incluso si es comprensible que los superricos y acaudalados, que han perdido buena parte de su jubilación y de sus fondos de inversiones sean unánimes en su condena y en sus lamentaciones por el abuso de confianza de que han sido víctimas, y que los editoriales de todos los periódicos y semanarios de mayor prestigio se hayan unido al coro de críticos moralistas, las acciones de Madoff merecen muchas alabanzas, incluso si tales alabanzas no van dirigidas a su conducta fraudulenta. Vale la pena enumerar los resultados positivos involuntarios de la estafa de Madoff:
En primer lugar, la desaparición de más de 50 mil millones de dólares disminuirá enormemente la financiación sionista usamericana de los asentamientos coloniales israelíes en los Territorios Ocupados, disminuirá los fondos que el lobby sionista AIPAC destinaba a comprar votos de congresistas y a la financiación de campañas de propaganda a favor de un ataque preventivo militar de Usamérica contra Irán. La mayoría de los inversionistas tendrán que disminuir o eliminar su compra de bonos del tesoro israelí, que subvencionan el presupuesto militar del Estado judío.
En segundo lugar, la estafa ha desacreditado todavía un poco más los altamente especulativos fondos de inversión libre, que ya se tambaleaban a causa de retiradas masivas de dinero para enjugar grandes pérdidas. Los fondos de Madoff estaban entre los más respetados y seguían atrayendo a nuevos inversionistas, pero las últimas revelaciones podrían acelerar su desaparición. Sus promotores tendrán por fin que dedicarse a un trabajo honrado y productivo.
En tercer lugar, el fraude a gran escala y a largo plazo de Madoff no fue detectado por la Securities and Exchange Commission (SEC), y ello a pesar de al menos dos comisiones de investigación. Eso hace que la credibilidad de la SEC esté por los suelos. Su enorme fallo demuestra la incapacidad de las agencias reguladoras capitalistas para detectar grandes fraudes. Este fracaso plantea la cuestión de si habrá alternativas a la inversión en Wall Street que protejan mejor los ahorros y los fondos de pensión.
En cuarto lugar, la larga asociación de Madoff con el NASDAQ, del que fue director mientras robaba miles de millones de sus clientes, sugiere que los miembros y los líderes de esta Bolsa de Valores son incapaces de reconocer a un sinvergüenza y están dispuestos a pasar por alto el comportamiento criminal de “uno de los suyos”. En otras palabras, el público inversionista ya no podrá nunca considerar que ocupar un cargo de dirigente del NASDAQ es un signo de probidad. A partir de Madoff habrá que buscar un colchón de matrimonio de gran tamaño para guardar con seguridad los restos de los ahorros familiares.
En quinto lugar, señalaré que los asesores de inversiones de los mayores bancos europeos, asiáticos y usamericanos que gestionaban miles de millones de fondos, actuaron sin la menor diligencia en el caso de las operaciones de Madoff. Aparte de las enormes pérdidas bancarias, decenas de miles de superricos influyentes y acaudalados han perdido toda su fortuna. El resultado es una pérdida absoluta de confianza en los bancos más importantes y en los instrumentos financieros, así como un descrédito general de la “pericia de los expertos”. Esto debilita el dominio financiero del comportamiento inversionista y propicia la desaparición de un importante sector de la parásita clase “rentista”, que se enriquece sin producir bien alguno ni proporcionar servicios necesarios.
En sexto lugar, como la mayoría del dinero robado por Madoff proviene de las clases altas de todo el mundo, su comportamiento ha reducido las desigualdades: se trata del “mayor nivelador” que ha existido jamás desde que se introdujo la imposición progresiva. Al arruinar a multimillonarios y llevarlos a la bancarrota, Madoff ha disminuido su capacidad de utilizar su fortuna para influenciar a los políticos en su favor, lo cual aumenta las posibilidades de influencia política de los sectores económicos menos agraciados de la sociedad de clases... e involuntariamente refuerza la democracia frente a los oligarcas financieros.
En séptimo lugar, al estafar a amigos de toda la vida, a inversionistas del mismo grupo étnico y religioso, a miembros de country club estrechamente seleccionados por su origen étnico e incluso a miembros de su familia, Madoff ha demostrado que el capital financiero no respeta ninguna de las devociones de la vida diaria: grandes y pequeños, sagrados y profanos, todos están subordinados a las reglas del capital.
En octavo lugar, entre los muchos inversionistas arruinados de Nueva York y New England hay un cierto número de señores barriobajeros (magnates de la construcción inmobiliaria), propietarios de fábricas de confección de ropa (fabricantes de ropa de diseño y juguetes) y otros que apenas pagaban el salario mínimo a las mujeres e inmigrantes que trabajaban para ellos, que solían expulsar de sus hogares a arrendatarios pobres y habían esquilmado las pensiones de sus empleados antes de trasladar sus empresas a China. En otras palabras, la estafa de Madoff ha sido una especie de venganza “divina” laica por delitos pasados y presentes contra la clase trabajadora y los pobres. Ni que decir tiene que este involuntario Robin Hood no redistribuía entre sus empleados el dinero que afanaba, más bien reinvertía una parte en obras de beneficencia que incrementaban su imagen filantrópica y en recompensar a algunos de sus inversionistas iniciales para mantener en pie su fraude piramidal.
El noveno lugar, Madoff ha asestado un severo golpe a los antisemitas que proclaman que existe una “estrecha conspiración judía para defraudar a los gentiles”: ese bulo ha desaparecido para siempre. Entre las principales víctimas de Bernard Madoff están sus amigos y colegas judíos más íntimos, gente que compartió con él mesa y mantel en banquetes de Pascua judía y que frecuentaba los mismos templos de altos vuelos en Long Island y Palm Beach.
Bernie era muy selectivo a la hora de aceptar clientes, pero se basaba en su riqueza, no en su origen nacional, raza, religión o preferencia sexual. Era muy ecuménico y un firme abogado de la globalización. No hay nada etnocéntrico en Madoff: le ha robado mil millones de dólares al banco anglo-chino HSBC y varios miles de millones a la sucursal holandesa del banco belga Fortes. Mil cuatrocientos millones eran del Royal Bank of Scotland, del banco francés BNP Paribas, del español Banco de Santander, del japonés Nomura, por no mencionar los fondos de inversión libre en Londres y Usamérica, que han admitido su participación en Bernard Madoff Investment Securities. De hecho, Bernie era el emblema del estafador moderno, políticamente correcto, multicultural e internacional. La facilidad con la cual los superricos de Europa le aflojaban sus fortunas ha provocado el siguiente comentario de un consultante financiero de Madrid: “Robar a los españoles más ricos era tan fácil como matar focas con un palo…” (Financial Times, 18 de diciembre de 2008 p. 16).
En décimo lugar, la estafa de Madoff dará lugar a una mayor autocrítica y a una actitud menos confiada hacia quienes se presenten como expertos financieros. Entre los judíos que hagan la autocrítica, a partir de ahora ya no confiarán en corredores de bolsa sólo por el hecho de que apoyan ciegamente a Israel y son generosos contribuyentes de los fondos sionistas. Eso ha dejado de ser una garantía adecuada de comportamiento ético, equivalente a un certificado de buena conducta. De hecho, los corredores de bolsa que son propagandistas excesivamente ardorosos de Israel y que prometen rendimientos siempre altos a sus afiliados sionistas podrían levantar sospechas a partir de ahora: la pretensión de que “lo que es bueno para Israel...” puede muy bien ocultar un nuevo fraude.
En undécimo y último lugar, la desaparición del imperio de Madoff y de sus acaudaladas víctimas judías liberales afectará negativamente las contribuciones a las 52 organizaciones judías usamericanas más importantes, a numerosas fundaciones de Boston, Los Ángeles, Nueva York y otros lugares, así como al ala militarista Clinton/Schumer del Partido Demócrata (Madoff los financió a ambos, así como a otros congresistas defensores incondicionales de Israel). Puede que esto permita un mayor debate en el Congreso sobre la política en Oriente Próximo sin los habituales ataques vociferantes.
Bernard Madoff, por François Delabruyère
Conclusión
La estafa y el comportamiento fraudulento de Madoff no se deben a ningún problema ético personal. Son el producto de un imperativo del sistema y de la cultura económica en que se mueven las instancias más elevadas de nuestra estructura clasista. La economía de las acciones, de los fondos de inversión libre y de todos los “sofisticados instrumentos financieros” es en su totalidad un sistema piramidal que no se basa en producir y vender bienes y servicios. Se trata más bien de apuestas financieras al crecimiento futuro de un papel, una acción, que sólo representa la promesa de que futuros compradores permitan la distribución de dividendos.
El “fracaso” de la SEC es totalmente predecible y sistémico: los reguladores han sido seleccionados por los regulados, están en deuda con ellos y aplazan sus veredictos, sus auditorías y cualquier reclamación. Están estructurados para “no ver las señales” y evitar una regulación excesiva de sus superiores financieros. Madoff funcionaba en un medio como el de Wall Street, que permite cualquier cosa, donde la impunidad de los megarrescates financieros y las megaestafas es la norma. Como estafador individual, lo único que ha hecho es estafar a algunos de los mayores estafadores institucionales que le hacían la competencia en Wall Street. Todo este sistema de recompensas y prestigio está controlado por los más hábiles a la hora de hacer malabarismos en los libros de cuentas, de difuminar los rastros de las operaciones y de desplumar a las víctimas voluntarias que llaman a sus puertas “pidiendo” que las desplumen. ¡Un hombre de bien, eso es Madoff!
En cuestión de días, un solo individuo, Bernard Madoff, le ha asestado un golpe mucho mayor al capital financiero global, a Wall Street y al lobby sionista usamericano del “Israel en primer lugar” que toda la izquierda de Usamérica y Europa juntas durante los últimos cincuenta años. Ha logrado reducir más las enormes desigualdades económicas en Nueva York que todos los gobernadores y alcaldes demócratas y republicanos, blancos, negros, cristianos y judíos, reformistas y ortodoxos durante los últimos dos siglos…
Algunos teóricos derechistas de la conspiración están diciendo que Bernie es un agente secreto islámico-palestino (de Hamás) enviado para socavar deliberadamente los cimientos financieros del Estado judío de Israel y de sus patrocinadores y fundaciones más generosos, acaudalados y poderosos. Otros dicen que es un marxista aún no salido del armario, cuyas estafas estaban cuidadosamente diseñadas para desacreditar a Wall Street y canalizar miles de millones hacía organizaciones radicales clandestinas. Al fin y al cabo, ¿sabe alguien dónde están los miles de millones desaparecidos? Contrariamente a los expertos de la izquierda, a los blogueros y manifestantes, cuyas fervorosas y públicas actividades no afectaban en absoluto a los ricos y poderosos, Madoff ha asestado sus golpes donde más les duele: en sus megacuentas bancarias, en su confianza en el sistema capitalista, en su autoestima y, sí, también en su pobrecito corazón, que ahora está al borde del infarto.
¿Quiere esto decir que nosotros, en la izquierda, deberíamos crear un Comité de Defensa de Bernie Madoff y exigir un rescate parecido al del secretario del tesoro Henry Paulsen, que acaba de salvar a sus amigotes del Citibank? ¿Deberíamos pedir “rescates iguales para estafadores iguales”? ¿Deberíamos propiciar su partida (o su derecho al retorno) a Israel para evitar que lo juzguen? Ha causado tantas víctimas judías que le sería difícil retirarse en Israel.
No hay razón alguna para hacer barricadas por Bernard Madoff. Basta con que reconozcamos que ha prestado un servicio histórico involuntario a la justicia popular al quebrantar algunos de los pilares financieros de un injusto sistema de clases.

Post scriptum
¿Se debe a pura y simple admiración o será a causa de vínculos ocultos con Madoff que Michael Mukasey, el actual fiscal general, se haya abstenido de la investigación? Otros de igual importancia e influencia están seguramente vinculados al caso Madoff, no sólo las “víctimas”. Nos estamos enfrentando a un caso muy serio de razones de Estado… Nadie puede creer que una sola persona pueda por sí sola hacer una estafa de este calibre y duración. Y tampoco ningún investigador serio se cree que 50 mil millones de dólares hayan podido simplemente “desaparecer” o ser transferidos a cuentas bancarias personales.

Título original: Bernard Madoff: Wall Street Swindler Strikes Powerful Blows for Social Justice
URL de esta traducción en Tlaxcala: http://www.tlaxcala.es/pp.asp?reference=6649&lg=es
El sociólogo marxista usamericano James Petras ha publicado más de sesenta libros de economía política y, en el terreno de la ficción, cuatro colecciones de cuentos. Es colaborador permanente de Rebelión.
Manuel Talens pertenece a los colectivos de Cubadebate, Rebelión y Tlaxcala, la red de traductores por la diversidad lingüística. Esta traducción se puede reproducir libremente a condición de respetar su integridad y mencionar al autor, al traductor y la fuente.

Thursday, November 20, 2008

EE.UU orquesta un golpe cívico en Bolivia

Roger Burbach
Alai-amlatina
El presidente de Bolivia, Evo Morales, se desplazó a Estados Unidos para intervenir ante las Naciones Unidas y la Organización de Estados Americanos, con referencias al reciente intento de golpe de Estado de EE.UU. contra su gobierno. El periplo incluye una reunión con miembros del Congreso para tratar sobre "la peor crisis diplomática" en la historia de los dos países, con miras a poder abrir un diálogo para normalizar las relaciones, una vez que el Presidente electo Barak Obama asuma el cargo. A continuación se relata la historia de los esfuerzos de EE.UU. en los últimos tres años para derrocar a Morales.Entre los presidentes electos democráticamente en América Latina, Evo Morales es el de última data que se ha convertido en blanco de un complot estadounidense para desestabilizar y derrocar su gobierno. El 10 de septiembre de 2008, Morales expulsó al embajador de los EE.UU. Philip Goldberg, porque estaba "conspirando contra la democracia y buscando la división de Bolivia".Los observadores de la política de Estados Unidos hacia América Latina tienden a considerar que la crisis en las relaciones entre EE.UU. y Bolivia responde a una política de descuido y torpeza hacia América Latina, debido a su participación en las guerras en el Medio Oriente y Asia Central. Al contrario, el intento de golpe en Bolivia fue una política consciente basada en la hostilidad estadounidense hacia Morales, su partido político Movimiento Al Socialismo (MAS) y los movimientos sociales que están alineados con él."La Embajada de EE.UU. históricamente está acostumbrada a dictar su voluntad en Bolivia, con violaciones a nuestra soberanía, tratándonos como una república bananera", dice Gustavo Guzmán, quien fue expulsado como embajador de Bolivia en Washington, luego de la expulsión de Goldberg. En 2002, cuando Morales perdió por estrecho margen su primer intento de llegar a la Presidencia, el embajador de EE.UU. Manuel Rocha hizo una campaña abierta en su contra, y amenazó: "si eligen a aquellos que quieren que Bolivia se convierta de nuevo en un gran exportador de cocaína, ello pondrá en peligro el futuro de la ayuda de EE.UU. a Bolivia".Poco después de su toma de posesión como presidente, Morales recibió una llamada de George Bush, quien ofrecía ayudar a "llevar una vida mejor a los bolivianos". Morales pidió a Bush que reduzca las barreras comerciales para los productos bolivianos, y sugirió que visite el país. Bush no respondió.El Subsecretario de Estado, Thomas Shannon, el más alto oficial de EE.UU. que asistió a la toma de posesión de Morales, anunció su voluntad de diálogo con Morales. En la práctica, lo que vino después fueron casi tres años de altercados diplomáticos, al tiempo que EE.UU. proporcionaba asistencia directa y encubierta al movimiento de oposición ubicado en los cuatro departamentos orientales conocidos como "La Media Luna", donde se había iniciado una ofensiva por la autonomía regional, poco después de que Morales asumió el cargo.La administración Bush ha seguido una política de doble filo, similar a la estrategia que ese país empleó para derrocar al gobierno democráticamente elegido de Salvador Allende en Chile, en 1973. Las negociaciones diplomáticas iniciadas por Shannon se centraron casi exclusivamente en las diferencias políticas en torno a las drogas, en el curso del cual la administración Bush amenazaba constantemente con retirar o reducir la asistencia económica y las preferencias comerciales, si Bolivia no cumplía con la política estadounidense de erradicación y penalización de la coca. Al mismo tiempo, a través de su embajada en La Paz y la Agencia para el Desarrollo Internacional (USAID), EE.UU. financiaba las fuerzas políticas opuestas a Morales y al MAS. El Drug Enforcement Administration (DEA) de EE.UU., con 37 agentes en el país, parece haber actuado como la CIA, recopilando inteligencia y participando en operaciones políticas clandestinas con la oposición.La intervención se hizo evidente desde el inicio de la administración Morales, con las primeras actividades de USAID a través de la Oficina de Iniciativas de Transición (OTI). Luego de que Morales asumió el cargo, documentos de la USAID registran que la OTI se propuso "prestar apoyo a los gobiernos regionales incipientes". En total, la OTI canalizó 116 subsidios por US$ 4'451,249 "para ayudar a los gobiernos departamentales a operar más estratégicamente." En un esfuerzo por establecer vínculos políticos útiles, la OTI también llevó a prefectos departamentales para reunirse con gobernadores de EE.UU.El National Endowment for Democracy (NED), fundado como un instituto semi-público durante los años de Reagan, ha sido particularmente activo en Bolivia. Financia a varios grupos y organizaciones, con un claro sesgo político, entre ellos el Instituto de Investigación y Capacitación Pedagógica y Social. El Instituto se opuso a Morales en las elecciones de 2005, declarando en un informe sumario presentado a la embajada estadounidense que Morales y el MAS son una "oposición anti-democrática y radical" que no representan a la mayoría. El apoyo de NED a las actividades del Instituto continuó en 2006, luego que éste presentó un informe en el cual hablaba de su intención de "contribuir a mejorar el desarrollo municipal a través del monitoreo social eficiente y eficaz".A finales de 2007, la Embajada de EE.UU. comenzó a movilizarse más abiertamente y a reunirse con la oposición de extrema derecha en la Media Luna. El Embajador Goldberg fue fotografiado en Santa Cruz junto con un magnate empresarial destacado, partidario del movimiento de autonomías, y un conocido narcotraficante colombiano quien había sido detenido por la policía local. Morales, cuando reveló la foto, dijo que el traficante estaba vinculado a organizaciones paramilitares de derecha en Colombia. Como respuesta, la embajada de EE.UU. afirmó que no podía revisar los antecedentes de cada persona que aparezca en una foto con el embajador.Luego, en enero de 2008, se detectó que la Embajada estaba dando ayuda a una unidad especial de inteligencia de la policía boliviana. La embajada justificó su asistencia al decir que "el gobierno de EE.UU. tiene una larga historia de ayuda a la Policía Nacional de Bolivia en diversos programas". Las relaciones EE.UU.-Bolivia tuvieron un nuevo remezón en febrero, cuando se reveló que voluntarios del Cuerpo de Paz y un becario Fulbright habían sido presionados por un oficial de la embajada para que vigilen a venezolanos y cubanos en el país. Este hecho violaba los estatutos del Cuerpo de Paz, que prohíben todo tipo de actividades de inteligencia por parte de los voluntarios.Cuando la Asamblea Constituyente inició la votación sobre el proyecto final de la Constitución, en diciembre de 2007, la oposición tomó las calles en forma violenta y ocupó los principales edificios públicos en Sucre, exigiendo la renuncia del "indio de mierda Morales." Fue entonces que los dirigentes políticos y las organizaciones empresariales en Santa Cruz y otras ciudades de la Media Luna comenzaron a llamar abiertamente a la autonomía y a la secesión del gobierno central boliviano.Al mismo tiempo, la administración Bush comenzó a utilizar el arma de la ayuda para demostrar su apoyo a los comités cívicos opuestos al Gobierno. La Millennium Challenge Corporation (MCC), creada en 2004 como un organismo del gobierno estadounidense "para trabajar con algunos de los países más pobres del mundo", había estado a punto de aprobar un fondo de US$ 584 millones para financiar la construcción de una gran carretera para unir el norte de Bolivia con el resto del país, así como para realizar inversiones en proyectos agrícolas.Sin embargo, en una carta dirigida a Morales, en diciembre de 2007, la MCC afirmó que, si bien "reconoce el rendimiento de su país de acuerdo a nuestros 17 indicadores... el estado actual de las relaciones EE.UU.-Bolivia no es consistente para una asociación de trabajo de este tipo". Otro informe de la MCC fue aún más directo: El proyecto "se aplazó a causa de condiciones adversas, incluyendo los disturbios en torno al proceso de la Asamblea Constituyente".Cuando los Comités Cívicos comenzaron a sembrar la inestabilidad económica, parecido a lo operado en Chile a inicios de los 70, Estados Unidos estuvo involucrado abiertamente en la organización de esta rebelión. El Embajador Goldberg viajó a Santa Cruz el 25 de agosto para reunirse con Rubén Costas, el principal opositor de Morales y prefecto de Santa Cruz, quien se convirtió en el líder de facto de los prefectos rebeldes y del movimiento de autonomía en general. Apenas Goldberg se había ido, Costas se declaró "gobernador" del departamento autónomo de Santa Cruz, y ordenó la toma de las oficinas gubernamentales, incluidas las que recaudan los impuestos. Fue esta visita a Costas que Morales citó como la razón para declarar al Embajador Goldberg "persona non grata", el 10 de septiembre.Haciendo caso omiso de la Declaración unánime de los doce gobiernos de UNASUR (septiembre), que expresaron su pleno y decidido apoyo al gobierno constitucional del presidente Evo Morales, el Presidente Bush agudizó el conflicto la semana siguiente con la suspensión de la Ley de Preferencias Arancelarias Andinas, afirmando que "Bolivia no ha cooperado con los Estados Unidos en los importantes esfuerzos para luchar contra el tráfico de drogas”.La Secretaria de Estado Condoleezza Rice señaló que "no hubo ningún examen ideológico para la cooperación y la amistad con EE.UU." que haya llevado al recorte del acuerdo comercial con Bolivia. Esta declaración fue una mentira diplomática: para el año 2006, el primer año de Morales en el cargo, la Oficina de Políticas Nacionales de Control de Drogas de EE.UU. informó que el cultivo de coca "estadísticamente no registro cambios en comparación con la estimación de 2005". Para 2007, la ONU informó de un aumento de sólo un 5 por ciento en el cultivo de coca. Estos datos, sin embargo, contrastan con Colombia, que registró un aumento de los cultivos de coca en un 27 por ciento, no obstante la fuerte alianza del gobierno colombiano con EE.UU. en los esfuerzos de erradicación de coca.Luego, el 1 de noviembre, Morales soltó una bomba con el anuncio de la suspensión indefinida de las actividades de la Drug Enforcement Administration de EE.UU. en Bolivia, y la expulsión de los 37 agentes de la DEA del país. Morales declaró que agentes de la DEA habían llevado a cabo actividades de espionaje político, incluida la financiación de grupos de delincuentes. Identificó un agente clave de EE.UU. involucrado en estas actividades: Steven Faucette, el agente regional de la DEA en Santa Cruz, que en una misión diplomática de la Embajada de EE.UU. habría realizado viajes a Trinidad y Riberalta (ciudades de la Media Luna en las provincias de Beni y Pando, respectivamente), con el objetivo de financiar a los Cívicos que buscaban llevar a cabo un golpe cívico.Morales reveló asimismo que un avión con registro norteamericano llamado Super King había volado a los aeropuertos de la Media Luna sin registro de planes de vuelo ni notificación de la carga, que trasbordó a vehículos al aterrizar en la pista, en clara violación de la soberanía nacional. La inteligencia boliviana también descubrió siete casas de seguridad operadas por EE.UU. que llevaban a cabo actividades de espionaje político, incluyendo la vigilancia telefónica de autoridades políticas, policiales y militares.La DEA y sus 37 agentes fueron expulsados del país. El gobierno boliviano consignó lo que equivale a un arsenal militar de la DEA, incluyendo aviones, barcos, vehículos de transporte terrestre, equipos de comunicaciones y mil ametralladoras M-16.El golpe cívico ha fracasado. Sin poder recurrir a la embajada de EE.UU., la oposición está en desbandada, y el principal partido de derecha dividido en cuatro fracciones. El referendo sobre la Constitución será probablemente aprobado por un amplio margen. Evo ha convocado a los movimientos sociales y al país a romper con la dominación histórica de EE.UU. sobre Bolivia. Con su viaje a Washington DC, Morales espera abrir un diálogo con la administración del próximo gobierno del presidente electo Barack Obama, quien podría dar paso a un restablecimiento pleno de las relaciones comerciales, al reconocimiento del derecho de Bolivia a determinar sus propias políticas sobre las drogas, la reforma agraria y la nacionalización del gas, y al respeto mutuo entre las dos naciones.-------------------------Traducción ALAI (versión abreviada del original). La versión completa en inglés se encuentra en: http://alainet.org/active/27515- Roger Burbach es Director del Center for the Study of the Americas, (CENSA) con sede en Berkeley, CA. Ha escrito extensamente sobre América Latina y la política estadounidense hacia la región.

Tuesday, October 28, 2008

El inventor de los 2/3 y la cuadratura del círculo

Rubén Martínez Dalmau
Rebelión
Me lo imagino sentado frente a su mesa cerca de las oficinas presidenciales, quizás incluso observando la plaza Murillo desde uno de esos despachos del Palacio Quemado que resiste al tiempo, con muebles que hace décadas dejaron de relucir, y donde se llega subiendo escaleras y cruzando recovecos que nunca fueron pensados para un edificio de esas características. No sé si el personaje tiene nombre y apellidos, pero sí sé que está radiante, porque salió bien librado de la historia: el cuento acabó como previó, con la aprobación del texto constitucional por el Congreso de la República con la mayoría que él inventó: 2/3. No importan las repercusiones. De hecho, nunca importaron. Lo que de verdad cuenta es que en medio de todo este lío, él salió bien librado. Así se lo debió decir al Presidente Morales en algún momento: “Presidente, no se preocupe. Los errores de la Asamblea Constituyente los podemos negociar en el Congreso. Alcanzamos los 2/3 con toda seguridad; así corregimos el texto de la Asamblea”.
El inventor de los 2/3 no debe ser mala persona, sino simplemente un infeliz que erró el tiro y no supo remediarlo de otra manera. En el baño de un restaurante leí hace unos días una cita que atribuyen a Brecht: equivocarse es humano, pero echarle la culpa al otro es más humano todavía. Brecht, o quien fuese el autor del dicho, encontraría su perfecto ejemplo en el actuar del inventor de los 2/3. Aplicando pocos conocimientos al respecto, este personaje aceptó incorporar a la ley de convocatoria de la Asamblea Constituyente la necesidad de que el texto final se aprobara por los 2/3 de los constituyentes, cuando esta es una previsión que históricamente se ha dado en otro contexto: el del poder constituido, el Parlamento, que requería del mayor consenso para que una simple mayoría no pudiera alterar el texto de la Constitución. Pero no cabía aplicar el análisis en el marco de una Asamblea Constituyente democrática, cuyo proyecto además debía pasar por la legitimidad del pueblo soberano a través de referéndum. De ser así, dejaría en manos de una minoría (1/3 de la Asamblea) la decisión sobre el proyecto de Constitución, que ya no puede aprobar la mayoría. Es lo contrario a la democracia: los menos deciden sobre los más.
Esto, de todas formas, no sorprende en un país como Bolivia, donde históricamente los menos siempre han decidido sobre los más. El proceso constituyente vivió escalofriantes escenas de racismo: asambleístas del gobierno acosados por las calles, perseguidos campo a través, humillados, maltratados. En la plaza pública se quemaban muñecos con sus nombres, y su foto aparecía colgada de los muros en señal de escarnio, acusados de traidores, ante la pasividad de propios y extraños. Nadie sabrá lo que sufrió esa gente para ofrecer a su pueblo un proyecto de Constitución que, de haber sido aprobado, hubiera sido la Constitución más avanzada del mundo.
El proyecto de Constitución de la Asamblea Constituyente tenía sus errores, por supuesto. Pero muchos de ellos se debieron justamente a la mala estrategia seguida para la convocatoria de la Asamblea. La decisión de que se requirieran 2/3 para la aprobación final en la Asamblea condicionó su futuro, entre otras equivocaciones. La última, la modificación de la ley de convocatoria: el Congreso (poder constituido) debía aprobar la convocatoria al referéndum sobre el proyecto de Constitución de la Asamblea Constituyente (poder constituyente). Es decir, la decisión del Congreso era superior a la decisión del Constituyente; lo que es lo mismo, la cuadratura del círculo.
Un círculo que se volvió cuadrado no por magistrales fórmulas matemáticas ni elucubraciones de la física cuántica, sino de la única manera que era posible: a martillazos. Poco más se le podía pedir a este personaje; el inventor de los 2/3 no lo tendría en sus planes, ni contaba seguramente con que las cosas se pondrían en un nivel de gravedad tal que paralizó durante casi un año el proyecto de Constitución. Pecaba de ingenuo. La derecha, una vez se le aceptó que con su tercio minoritario podía decidir sobre el referéndum, se atrincheró en sus posiciones, y no las abandonó ni siquiera cuando Evo Morales obtuvo una aplastante mayoría en el referéndum revocatorio celebrado unos meses después. ¿Para qué, si desde que la mayoría asumió el poder de la minoría ya habían ganado la batalla?
El diálogo entre el Gobierno y la oposición fue siempre un debate falso, porque colocaba sobre la mesa temas que no eran los que realmente quería debatir la derecha. El argumento oficial se mantenía en “las autonomías”, cuando las autonomías estaban perfectamente desarrolladas en el proyecto de Constitución. Las pretensiones de la derecha eran otras: disminuir los derechos de los pueblos indígenas, meter mano en los recursos naturales, conservar sus ingentes tierras... Cuando el gobierno de Evo, por cansancio y ante la falta de otras perspectivas, entró a negociar estos temas, se allanó el camino del verdadero diálogo. De ahí al acuerdo de 2/3 del Congreso sólo tuvieron que pasar pocos días. Plantearon incluso arrollar con la formalidad democrática, aunque el Congreso no tuviera ninguna legitimidad para manipular, como lo ha hecho, el proyecto de Constitución que aprobó la Asamblea Constituyente. Ni estaba autorizado para ello por el pueblo, ni debía éticamente actuar de esa manera.
No es difícil entender por qué el proyecto de Constitución aprobado por el Congreso es sustancialmente más atrasado que el que propuso la Asamblea Constituyente. La desidia y la indolencia de los técnicos del Congreso han llevado a incorporar en el texto reformado graves errores conceptuales, como la delegabilidad de la soberanía, o la constitucionalización de las mayorías por las que debe tomar sus decisiones el poder constituyente. Pero eso no es lo peor porque, más allá de las risas que puede provocar, no tiene efectos jurídicos inmediatos. Lo más grave son los cambios formulados en la propuesta del Congreso: el atraso en los derechos de los pueblos indígenas, el destierro del concepto de plurinacionalidad, la diferenciación –antes superada- entre nacionalidad y ciudadanía, la eliminación de la paridad entre la justicia ordinaria y la comunitaria en el Tribunal Constitucional, el fortalecimiento prácticamente a nivel de Estado de los departamentos... y, sobre todo, la tenencia de tierras. Con la reforma introducida por el Congreso, se legalizan todas las posesiones latifundistas fruto de siglos de expoliación territorial y marginación del pueblo boliviano. El artículo sobre el límite de los latifundios sólo se aplicará a partir de la entrada en vigencia de la Constitución; esto es, nunca.
Claro que el equipo negociador del gobierno poco podía hacer sobre una política de hechos consumados. El problema no estaba en la conclusión del proceso, sino en el origen: los 2/3 que desde un principio determinaron el mal final de esta historia. Un final que podría haber sido peor: guerra civil, muertes, golpe de Estado… Ante el error de bulto de incorporar los 2/3 en la ley sólo cabía dos soluciones: la de romper con el poder constituido, que no fue autorizada por los líderes del proceso; o la de pactar con la derecha. Cuando se decidió que esta última fuera la técnica, no valieron los ases en la partida. La oposición mostró su verdadero rostro, que había escondido durante meses: su real interés no era la autonomía, sino seguir siendo la minoría dominante en el país.
Lo que no significa, desde luego, que lo haya conseguido con toda seguridad. Los rescoldos del proyecto de Constitución de la Asamblea Constituyente siguen vivos en el articulado que será votado por el pueblo boliviano. Se mantiene un amplísimo catálogo de derechos con sus garantías, formas de legitimación propias de una democracia participativa avanzada, y la elección directa de los miembros del Tribunal Constitucional. Permanece el control de la ciudadanía sobre el poder público, la necesidad de rendición de cuentas, algunos derechos indígenas. Buena parte del espíritu del constituyente boliviano, incluido el que salió perseguido de Sucre una noche fría de noviembre, se mantiene en el texto, a pesar de la intervención del poder constituido. Además, la derecha tendrá que hacer frente a la paradoja de apoyar un proyecto que, han reiterado hasta la saciedad, fue aprobado en un cuartel militar y bañado de sangre. En resumen, dos pasos adelante y uno atrás.
Mientras tanto, el inventor de los 2/3, creador por la fuerza bruta de la cuadratura del círculo, descansa feliz porque cree que su intervención ha sido decisiva para colocar el punto y final a este relato. Pero quizás entienda para sus adentros, detrás de esa sonrisa de satisfacción, que la historia también juzga, y que escrita está la mejor Constitución que, lamentablemente, ya no podrá ser.
Rubén Martínez Dalmau. Profesor de Derecho Constitucional de la Universitat de València. Fue asesor de la Asamblea Constituyente de Bolivia. martinezdalmau@gmail.com

Sunday, August 31, 2008

Errores por desesperación



Cada error de los separatistas de la media luna es más grande que el anterior. Consideramos separatistas sólo al puñado de oligarcas que pretenden canalizar en su beneficio las legítimas aspiraciones autonómicas de los pueblos de Tarija, Beni, Pando y Santa Cruz. Su falta de sentido común los llevó a designar presidente del comité cívico de Santa Cruz al terrateniente, banquero y defensor de las transnacionales a Branco Marincovic, quien ya era famoso por cercar con alambre de púas la enorme “Laguna Corazón”. Marincovic siempre exigió la expulsión del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA), alentó a la Unión Juvenil Cruceñista (UCJ) e impulsó estatutos autonómicos que buscan la fractura del país. Su apoyo hoy se reduce al de otros oligarcas, como los Monasterios, Dabdou, Céspedes y Kuljis, varios de los cuales controlan los medios de comunicación más influyente del país.

Antes del referéndum revocatorio del 10 de agosto, los cívicos convocaron a una huelga de hambre, cuyo fracaso, agrandado por los resultados de esa consulta, fue encubierto con el llamado a un bloqueo de caminos, que Marincovic pretendió que sea acatado en cinco departamentos. Tuvieron que recordarle que estaba confundiendo a Chuquisaca y Tarija con la mencionada laguna. De manera simultánea, los matones de la UCJ agredían a policías y golpeaban a gente de tez morena, en tanto el prefecto Rubén Costa, autocalificado de “gobernador”, quiso tomar el control de la policía departamental, a fin de reclutar a esos violentos. El Cardenal Julio Terrazas dijo que el país no debía ser gobernado con látigos, utilizados por indígenas quechuas y aymaras. Lo que es correcto. Pero olvidó decir que tampoco debe ser gobernado con bates de béisbol y manoplas, usados, de manera preferente por los paramilitares del oriente.

La Prefecta de Chuquisaca, Sabina Cuellar, está asfixiada por movilizaciones populares, que le recuerdan su complicidad con los racistas que hicieron arrodillar a campesinos en Sucre. Ganaderos del Beni reanudaron sus ventas de carne vacuna al occidente después de censurar la deslealtad de sus congéneres de Santa Cruz, que nunca cumplieron esa medida después de aprobarla en forma conjunta. Tarija quiere mediar en el enfrentamiento entre Evo y los cívicos de Santa Cruz, luego que el Prefecto Mario Cossío convirtió a su región en satélite de la oligarquía cruceña. Infelizmente, grupos delincuenciales continúan apedreando el helicóptero del Presidente.

El ex prefecto de Santa Cruz (gobierno de Mesa), Carlos Hugo Molina, en entrevista televisiva con Carlos Valverde, del 25 de agosto pasado, se distanció de los separatistas, por su falta de alternativas coherentes. En este campo, siguió los pasos del ex parlamentario Jerjes Justiniano y en el constituyente Alejandro Colanzí, quienes lideran la dignidad de la intelectualidad cruceña frente a terratenientes y banqueros.

Lo anterior, en lugar de acrecentar la ya excesiva soberbia del MAS, acompañada de torpes ataques verbales, debería servirle para no insistir en el reconocimiento constitucional a 36 naciones indígenas. Ninguno de los propugnadores de esa idea (incluido Xavier Albó), es capaz de explicar la forma en que se implementaría ese despropósito, que incluye el uso igualitario de 36 idiomas en el territorio patrio.

Los esfuerzos de Justiniano, Colanzi y Molina, en el Oriente, entre muchos otros, debe fortalecer en el Occidente, a quienes apoyan los avances contra la exclusión social y la recuperación (aunque incompleta y contradictoria) de recursos estratégicos, sin olvidar que sólo la unidad de la nación oprimida pondrá fin al envío de tropas a Haití, a la remisión de nuestras reservas monetarias al extranjero, así como a la corrupción en Aduanas y en la Administradora Boliviana de Carreteras (ABC).